La historia de Antonio Miró se remonta a 1967, cuando el hombre que da nombre a la marca no era más que un joven enamorado de la moda. Durante su juventud, Miró aprendió todo lo necesario sobre moda en su propia casa, ya que su padre era sastre. Gracias a los conocimientos aprendidos, con tan solo 20 años abrió su primera tienda de ropa, llamada Groc y situada en Barcelona.
Tener su propia tienda le permitió ir cogiendo experiencia y popularidad, lo que le llevó a fundar en 1986, juntamente con Ignacio Malet y Fernando Zallo, la marca que hoy en día conocemos: Antonio Miró. Lo que empezó como una pequeña marca local, se hizo popular al cabo del tiempo debido a sus exclusivos diseños y su calidad.
Con el paso del tiempo, la marca supo ver los diferentes nichos de mercado que existían, creando diferentes líneas de negocio para cada uno de ellos, como Antonio Miró Jeans o sus colecciones de muebles, uniformes y hasta perfumes, hechas en colaboración con otras marcas como Twenty o Myrurgia-Puig.
La diversificación de mercados condujo a la marca española a facturar 15 millones de euros en 2001. En la escena internacional, se abrió estratégicamente una tienda en Tokyo y sus colecciones también se pueden encontrar en las boutiques y grandes almacenes más prestigiosos del mundo, como Harrods, Harvey Nichols o Fidelio, entre otros. Además, también se comercializa mediante su página web, accesible desde prácticamente cualquier punto del planeta.
En el año 1999, Antonio Miró formó parte de los 10 fundadores de la ACME (Asociación de Creadores de Moda de España). Esta asociación se creó con el objetivo de mejorar la productividad y dar a conocer la moda española a nivel nacional e internacional.
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