En el mercado de las mascarillas desechables encontramos una gran variedad de mascarillas de todo tipo, como son las higiénicas de formato básico, las autofiltrantes, las mascarillas de protección de clasificación FFP1, FFP2, FFP3, con válvula, sin ella, etc.
Debido a la crisis sanitaria actual que estamos viviendo, están surgiendo nuevos tipos de mascarillas y cada vez más novedosas y sofisticadas, como es el caso de las mascarillas personalizadas, las cuales ofrecen una protección básica, pero pueden llegar a lucir una imagen corporativa muy interesante.
Pero cuando tu elección de mascarillas está relacionada con la salud de tus trabajadores o de tu entorno, debes saber seleccionar y elegir correctamente qué mascarilla es la ideal para evitar y reducir al máximo el factor de contagio.
Por ello, queremos explicarte el por qué las mascarillas de clase FFP2 son una de las mejores elecciones si buscas unas mascarillas de calidad y que sean eficientes a la hora de protegerte frente a la inhalación de aerosoles contaminantes.
Las mascarillas FFP2 presentan una eficacia de filtración mínima muy superior al resto. Estas mascarillas pasan por controles sanitarios los cuales garantizan el filtrado de partículas bacteriales en ellas.
Por ese motivo, una mascarilla que se clasifica como FFP2 supone que presenta una eficacia mínima de un 92%, mientras que el resto de mascarillas, a excepción de las mascarillas FFP3, suelen tener una filtración de menos de un 80%.
Otra de las principales razones por las cuales deberías comprar este tipo de mascarillas es por su relación calidad-precio.
En función de mayor homologación de protección frente a ambientes tóxicos de polvo o aerosoles, mayor es el incremento de precio de la mascarilla, ya que el proceso de fabricación es más elaborado y costoso.
En el caso de las mascarillas FFP2, la diferencia del precio, en comparación con el resto de mascarillas de menos eficacia de filtración mínima, es muy pequeña, pero en cambio la diferencia en la eficacia de filtración mínima es bastante significativa, hasta el punto de poderse considerar una mascarilla quirúrgica apta para hospitales o centros de salud.